La creciente dependencia de los smartphones ha llevado a muchas personas a buscar alternativas para desconectar. Esto ha incrementado la demanda de los llamados “móviles bobos”, que carecen de conexión a Internet y se limitan a funciones básicas como llamadas y SMS. En 2024, la demanda de estos teléfonos creció un 214%, mientras que la de los smartphones disminuyó un 22%. Factores como el alto precio de los smartphones, la mayor duración de los dispositivos y la falta de innovación contribuyen a esta caída.